Durante décadas, las grasas animales han sido demonizadas en favor de los aceites vegetales. Sin embargo, ¿es esta estigmatización realmente justificada? En este artículo analizamos la información presentada en el video “¿COCINAR CON GRASAS ANIMALES? – MANTECA de CERDO y RES” para entender mejor el papel de las grasas animales en nuestra alimentación.
Contexto histórico y conceptos erróneos
Las grasas animales como la manteca de cerdo, manteca de res y mantequilla han sido utilizadas tradicionalmente en la cocina durante siglos. Sin embargo, a mediados del siglo XX, una combinación de estrategias de marketing y recomendaciones médicas comenzaron a estigmatizar estas grasas, promoviendo en su lugar el uso de aceites vegetales como el de canola o soya.

Esta campaña se basó en la idea de que las grasas saturadas y el colesterol eran dañinos para la salud cardiovascular. Sin embargo, a pesar de la reducción drástica en el consumo de grasas animales, las enfermedades cardiovasculares han continuado aumentando, lo que pone en duda la efectividad de estos cambios dietéticos.
Entendiendo la composición química de las grasas
Para comprender mejor el tema, es importante conocer la clasificación y composición de los lípidos:
Clasificación de lípidos
- Ésteres: Incluye el colesterol, presente en alimentos de origen animal como huevos y carne.
- Ácidos grasos: Se dividen en saturados, monoinsaturados y poliinsaturados.
Tipos de ácidos grasos
Tipo | Características | Fuentes comunes |
---|---|---|
Saturados | Esenciales para el cuerpo en cantidades moderadas. Contrario a la creencia popular, no hay evidencia concluyente que los vincule directamente con enfermedades cardiovasculares. | Manteca de cerdo, manteca de res, mantequilla, carne, productos lácteos. |
Monoinsaturados | Beneficiosos para la salud cardiovascular. Contienen una sola doble enlace en su estructura. | Aceite de oliva, aguacate, nueces, manteca de cerdo (en menor proporción). |
Poliinsaturados | Incluyen ácidos grasos omega-3 y omega-6. Es importante mantener un equilibrio entre ambos. | Pescados grasos (omega-3), aceites vegetales como soya y canola (omega-6). |
Un punto importante a recordar: ningún alimento contiene exclusivamente un solo tipo de grasa. Todos los alimentos grasos contienen una mezcla de grasas saturadas, monoinsaturadas y poliinsaturadas en diferentes proporciones.
Desmitificando creencias sobre el colesterol
Uno de los argumentos principales contra las grasas animales ha sido su contenido de colesterol. Sin embargo, es necesario aclarar algunos conceptos:
- El colesterol dietético (el que consumimos en los alimentos) no se traduce directamente en colesterol sanguíneo.
- El cuerpo humano produce aproximadamente el 80% de su colesterol en el hígado, independientemente de la dieta.
- Para que el colesterol alimentario sea absorbido, debe estar en una forma específica.
- Consumir alimentos ricos en colesterol como los huevos no eleva necesariamente los niveles de colesterol en sangre.

Composición de grasas animales vs. aceites vegetales
Conozcamos la composición de diferentes grasas para entender mejor sus propiedades:
Grasas animales
Manteca de cerdo
- 40-45% grasa saturada
- Nivel comparable de grasa monoinsaturada (similar al aceite de oliva)
- Tradicionalmente utilizada en repostería y frituras
Manteca de res (sebo)
- 50% grasa saturada
- 45% grasa monoinsaturada
- Excelente para cocinar a altas temperaturas
Grasa de pato
- Mayor porcentaje de grasas monoinsaturadas
- Contiene una modesta cantidad de ácidos grasos omega
- Valorada por su sabor y propiedades culinarias
Aceites vegetales
Los aceites vegetales contienen predominantemente grasas poliinsaturadas, especialmente omega-6. El aumento en el consumo de estos aceites ha coincidido con un desequilibrio en la proporción de omega-6 y omega-3 en la dieta moderna.
Aceite de oliva
- 73% grasas monoinsaturadas
- 14% grasas saturadas
- Beneficioso para la salud cardiovascular
Aceite de palma
- Alta concentración de grasas saturadas (principalmente ácidos grasos de cadena larga)
- Controversial por cuestiones ambientales y de sabor
- Requiere procesos complejos para hacerlo apto para consumo humano
Aceite de coco
- Rico en ácidos grasos de cadena media
- Propiedades antiinflamatorias
- Beneficioso para la producción hormonal
Recomendaciones prácticas para el uso de grasas en la cocina
Después de entender la composición y propiedades de diferentes grasas, aquí hay algunas recomendaciones prácticas:
Variedad es la clave
Utilice una variedad de grasas para cocinar según el tipo de preparación:
- Mantequilla clarificada (ghee): Excelente para cocinar a altas temperaturas
- Aceite de oliva: Ideal para aderezos y cocciones a temperatura media
- Manteca de cerdo: Perfecta para repostería y frituras
- Grasa de pato: Aporta sabor y es rica en grasas monoinsaturadas
- Aceite de coco: Útil en ciertos platos, pero con moderación
Equilibrio de ácidos grasos omega
Es importante mantener un equilibrio adecuado entre los ácidos grasos omega-6 y omega-3:
- Reduzca el consumo excesivo de aceites vegetales ricos en omega-6 (soya, maíz, girasol)
- Aumente el consumo de alimentos ricos en omega-3 (pescados grasos, semillas de lino, nueces)
- Considere la suplementación con omega-3 de fuentes limpias y confiables
Consumo moderado y de calidad
Las grasas animales pueden formar parte de una dieta saludable cuando:
- Se consumen con moderación
- Provienen de fuentes confiables (animales criados en pastura, sin antibióticos)
- Se utilizan como parte de una dieta variada y equilibrada
Experiencia personal del presentador
El presentador del video comparte su experiencia personal con el consumo de grasas animales:
- Mantiene niveles normales de colesterol a pesar del consumo ocasional de carnes grasas
- Sugiere que el col